19 sept 2007
Puticlub
Me tocó hacer la colimba: ¡un quilombo! Luego de varios enredos, termino arriba de un C-130 Hercules de la Fuerza Aérea Argentina rumbo al sur. Viajabamos unos 400 solados (creo..¿caben tantos tipos en un Hercules?) Habían tendido unas bandas de tela reforzada longitudinalmente dentro del Hercules y ahí, con los codos entrelazados, ibamos todos. Al Regimiento de Caballería de Tanques 11, en Puerto Santa Cruz. Un páramo al lado de un pueblo mitad milicos, mitad chilenos. Frio, viento, viento y un polvorín lleno de exosets que había que cuidar con unos tanques SK-105 de fabricación Austríaca. Austríacos por los que viven en Austria, no como nuestro imbécil emperador que los confunde con australianos, altos ellos, diseñaron el SK-105 para ser operado por gente alta. Así que esa era una de las razones por las que casi todos los que ibamos a Puerto Santa Cruz eramos altos. Casi todos, porque había un grupo de petizos, entre los que se encontraba el soldado Rauth, clase 69. Un tipo de 20 con cara de viejo y una incipiente pelada. Hablaba en voz baja, con acento porteño. De Rauth escuché cientos de historias del rock argentino. El era DJ en Mina Clavero, pero había vivido algún tiempo en Buenos Aires. Recuerdo como describía sus paseos en subte luego de tomar merca. Ah... también hablaba de drogas... muchas drogas...
Durante las guardias, horribles y tediosas, a la vera del polvorín, Rauth arrancaba con alguna de sus historias y personajes: novias, ex novias, amigos (recuerdo concretamente a Pedro Pablo), locos, dealers, musicos, etc... hablaba y hablaba... y yo, como quien escucha la radio, mataba el tiempo imaginándome, poniéndole formas a sus historias. También nos juntábamos en el cuarto de calderas, por la noche, a fumar un Parisiene entre los dos.
Con el tiempo se hizo de amigos en el pueblo y hasta consiguió un laburo de DJ en una de las dos horribles FMs de Puerto Santa Cruz. Así que el tenía licencia para ir a laburar dos veces por semana. Algunas noches lo acompañaba yo. Ahí, el preparaba unas cintas de carril abierto que duraban horas y horas, para dejar corriendo durante la noche. Oíamos mucha música y un día hasta nos fumamos un porro.
Cuando pasaba a los Redondos, no podía evitar comentar, fabular y aclarar de que droga se trataba esa canción y la hilvanaba con alguna anécdota.
Tiempo después, lo volví a encontrar en Mina Clavero, con dos hijos. Todavía trabajaba en una FM. Lo vi bien, pero con ganas de hacer otras cosas... Ojalá las esté haciendo.
¿De que drogas se hablaba Rauth en este tema?
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